Hemos cumplido dos años en el Ciberespacio (parece que para estas cosas el tiempo «existe»). Y para celebrarlo, volvemos a traer este tema como común de los tres textos elegidos de K; que, nos animamos a afirmar, es el central de su prédica desde que decidiera separarse de la Sociedad Teosófica.
Nada tiene sentido para él (y debería ser igual para nosotros), si el ser humano no abandona las jaulas que el mismo construyó: