SOLTAR

manosEn el ciberespacio causa furor una publicación que vincula la posibilidad de conseguir orden a partir de desprenderse de cosas. Esto que parecería, según el libro, una mera referencia al ordenamiento de nuestra vida casera, posee una interesante clave y quizás por ello «pega» tanto en los lectores. Una de nuestras principales fuentes de conflicto se vincula a nuestra tendencia irrefrenable a poseer, en el mas amplio sentido de la palabra. La acumulación de cosas, personas, sentimientos y ambiciones nos genera un desorden imposible de controlar aún con una agenda o un metódico ritmo de vida. La naturaleza genera y reestablece el orden «eliminando» cuando es necesario para la preservación del ecosistema.

Nuestra vida artificial nos lleva por el  camino contrario, creemos en el «más» como modo de paliar nuestra crónica angustia existencial…

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