Monstruos, Humanos y Personas

¿Como funciona el cerebro de un ser humano que sin ningún límite ni escrúpulo moral asesina a un pequeño e indefenso»semejante» con el solo propósito se satisfacer sus más básicos instintos? Esta angustiante pregunta para aquel que pretende encontrar dignidad en  nuestra existencia nos pone también de frente con el interrogante de intentar encontrar algo en común con ese asesino que nos permita sentirlo parte de nuestra propia especie. Las tristes y lamentablemente repetidas noticias que morbosamente los medios de comunicación reiteran, nos enfrentan también a la horrorosa realidad que ese tipo de delitos se realizan, en la mayoría de los casos, en el seno de sus propias familias. Como dice brillantemente Aldous Housley en el prólogo de La Libertad Primera y Ultima:»El hombre ha podido cometer, a sangre fría y durante largos períodos de tiempo, actos que las bestias sólo son capaces de cometer por breves instantes, cuando están en el colmo del frenesí, del deseo o del terror». Pero, como el mismo también nos recuerda, existen otros seres humanos que son capaces de actos sencillamente sublimes de entrega y amor al prójimo, que también, paradójicamente, si somos sinceros con nosotros mismos, los vemos muy alejados de nuestras vulgaridades, limitaciones y pequeñas mezquindades. Todos habitando esto bello planeta azul que lucha por sobrevivir, pese a la ignorancia de aquellos que se adueñaron de su destino. ¿Será que encontrar la escondida clave de nuestro común vínculo puede ser el comienzo de nuestra comprensión integral?. Es una pregunta seguramente abierta en su respuesta…

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