Desde la creación misma de este espacio hemos insistentemente hecho incapie en la imprescindible necesidad del cambio interior individual para que ello fructifique en la sociedad toda. Pero la aportación para generar esa masa crítica que permita estimular y dar fluidez a los vasos comunicantes con nuestros vínculos debe partir de nuestra absoluta convicción y de un cambio personal «real». De nada valen los discursos, los planteos teóricos o la difusión masiva en las redes sociales, sino empezamos por casa. Sabemos que es arduo, que no es fácil; que una cosa es hablar de la libertad interior y otra cosa es liberarse, que es fácil hablar de los miedos, pero muy difícil vencer a nuestros mas íntimos fantasmas, que es muy estimulante destacar los males del egoísmo pero otra muy distinta es tener un verdadero y concreto acto de generosidad y desprendimiento. Es arduo, pero no existe otra alternativa, nuestro dirigentes serán siempre lo que somos nosotros, aunque hoy nos duela aceptarlo…