LOS OTROS

Hace unos días se publicó en un diario de Buenos Aires una investigación sobre la percepción que la gente tenía sobre los niveles de corrupción existentes en su sociedad. La percepción era que la corrupción es muy alta, hasta ahí nada novedoso. Luego, se observaba con mayor detalle una clasificación sobre los grados según el tipo de «delitos» y se interrogaba a los mismos entrevistados anónimos si participarían o participaron de alguna o algunas de esas pequeñas o grandes corrupciones. Lo significativo era que si bien todos prácticamente coincidían en que los más graves hechos de corrupción se encontraban generalizados y se infiltraban en todos los estamentos de la sociedad, a medida que los supuestos se agravaban, negaban haber participado o estar dispuestos a hacerlos. Dado que sus nombres no eran requeridos, debemos suponer que lo decían «sinceramente» y no por temor. Y es que nuestro nivel de sinceridad superficial no nos permite penetrar en las profundidades de nuestras zonas oscuras y nos resulta mucho mas tranquilizador pensar que la corrupción está en el «otro». Quizás por eso, sea tan dificil erradicarla…

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