LAS LIBERTADES

Hace ya algunos días se anunció de manera estridente un acuerdo de algunos gobiernos de Sudamérica con la Unión Europea sobre libre comercio. A nivel local, la mayoría sostiene que un gobierno que otorga libertad de mercado asegura la prosperidad de una comunidad. En el ámbito familiar, los hijos critican la ausencia de libertad que sus padres le otorgan y las parejas estiman que sin libertad la relación tarde o temprano se acaba. En materia penal, la pérdida de la libertad es la peor de las penas. Pero hay una libertad que se torna difusa, es imposible de regularla y en muchos casos no somos ni siquiera conscientes de su no presencia y esta es: La interior. Desde que nacemos comenzamos a limitar la esfera de decisiones; sutilmente,la familia, la sociedad y la educación formal nos van regulando la vida, algunas investigaciones recientes sostienen que incluso el feto va recibiendo señales que condicionan su carácter. Ante eso nuestras armas son limitadas, pero pueden ser eficaces, el darse cuenta, vivir conscientemente el presente para poder observar de manera profunda y desarrollar nuestra sensibilidad para estar atentos a la mente mecánica que opera en nosotros mas allá de nuestra voluntad. Hasta hace poco tiempo la ciencia nos condenaba a cierto determinismo producto de una supuesta limitación de nuestro cerebro, K, ya de manera visionaria nos anticipó que es posible una verdadera mutación psicológica. Hoy esa misma ciencia nos reconoce que nuevas sinapsis pueden producirse, que nuevos circuitos cerebrales pueden generar cambios radicales en nuestras conductas y que el fatalismo está también en nuestra imaginación.

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