Se difundieron hace poco tiempo algunas datos estadísticos que nos permiten observar que nos encontramos ante un nuevo fenómeno social por el cual cada día son más las personas que deciden vivir solas. Ese dato a simple vista parecería ser indicador de un cambio de vida esencial. Pero, ¿es así? Es indudable que las nuevas formas que van adquiriendo las instituciones familiares tienen una gran influencia en ello. ¿Estamos menos alienados, más reflexivos y observadores y menos atados a las modas y tendencias impuestas? Es evidente que no…La sana soledad (no el aislamiento), nos ayuda enormemente en la comprensión de la realidad, en el acercamiento a la paz y al amor, pero los miembros de la sociedad del siglo XXI parecen, a rasgos generales y a simple vista , estar muy distantes de ello…