Ya en el siglo XIX Charles Darwin demostró con pruebas concretas que los seres que ocupan este planeta van cambiando fisicamente de acuerdo a las condiciones de su habitat. En este siglo XXI, las neurociencias todos los días nos traen noticias sorprendentes sobre los mecanismos cerebrales que condicionan la conducta humana. Ahora bien ¿no se estarán olvidando de que el cerebro es un mero instrumento al servicio de algo mucho más complejo e incomprensible, desde nuestras limitaciones perceptivas, que nuestra mera condición física? Krishnamurti nos dice que el hombre liberado de sus condicionamientos, ve y que ese ver distinto puede producir una mutación incluso en las células cerebrales. Es una «locura» esta afirmación? Nosotros (y muchos otros) creemos que no y por eso insistimos en que en eso consiste la «revolución fundamental» a la que la vida nos desafía en esta etapa de la existencia humana…