Nada original afirmaremos si decimos que el hombre ha buscado desde el fondo de la Historia y de todos los modos, perpetuarse en el tiempo. Hasta «pactos con los diablos» ha realizado con ese fin.
La última noticia al respecto es que, mediante el congelamiento de la cabeza de los muertos, algunos científicos tienen la esperanza de resucitarlos contando solo con esa parte del cuerpo, ya que ésta, como receptáculo de su cerebro, tendría la materia prima total de un ser para dotarlo nuevamente de vida.
¿No será una vana ilusión creer que la inteligencia vital que organiza la existencia en todas sus formas, creando órganos y coordinando sus funciones, pueda tener uma mera sede material? ¿La inteligencia no será algo más que eso?…