Se cumplieron hace poco treinta años de la muerte de Jorge Luis Borges, nos conmovía al decir:
“El tiempo es la sustancia de que estoy hecho. El tiempo es un río que me arrebata, pero yo soy el río; es un tigre que me destroza, pero yo soy el tigre; es un fuego que me consume, pero yo soy el fuego. El mundo, desgraciadamente, es real; yo, desgraciadamente, soy Borges”.
Hasta el más genial de los seres humanos se encuentra limitado por sus propios condicionamientos, la realidad siempre es mucho más compleja y sutil que cualquier pensamiento, quizás por eso, «pese a él», llegue a ser atemporal…