ENFERMOS CULTURALES

Históricamente nuestras sociedades modernas (y no tan modernas), han tendido de manera sistemática a excluir, relegar o esconder a sus alienados, de ese modo nuestras conciencias se han mantenido a salvo de lo que sería asumir la responsabilidad que nos toca a cada uno de nosotros. Hace unos meses se difundió un significativo resultado respecto a una investigación llevada adelante sobre un amplio universo de personas que podrían englobarse con el denominador común de asesinos masivos, violentos extremos, etc, etc. De allí se desprende que solo un pequeño número porcentual adolecía de una alteración mental producto de una disfunción física que fuera la causa central de su conducta. La gran mayoría eran fisicamente «normales». Su extrema violencia, su indiscriminado ataque a personas claramente inocentes era simple, pero contundentemente, resultado de su entorno social. Aunque nuestra hipócrita moral no acepta ver como a nuestros semejantes a aquellos que cometen los crímenes mas atroces, si permite hacernos los distraídos y, de ese modo, podemos continuar nuestras egoístas vidas como si ellos solo fuesen una mera excreta inevitable.

Deja un comentario

*