El Factor que Unifica.
¿Cuál es, en la meditación, el factor que unifica? Porque ésta es una de las cosas más urgentes y necesarias. Los políticos no van a traer esta unidad por más que puedan hablar al respecto. Llevan miles de años peleándose entre ellos. ¿Cuál es ese factor? Estamos hablando de una clase por completo diferente de energía propia. Y esa energía, que no es la energía del pensamiento, ¿producirá esta unidad? ¡Por el amor de Dios!, éste es el problema de ustedes, ¿no es así? Unidad entre usted y su esposa, entre usted y su marido, unidad entre usted y otro. Vean, hemos tratado de producir esta unidad; el pensamiento ve que la unidad es necesaria y, por lo tanto, ha creado un centro. Tal como el sol es el centro de este mundo, conteniendo todas las cosas en esa luz, así este centro creado por el pensamiento espera unir a la humanidad. Grandes conquistadores, grandes guerreros han intentado hacer esto mediante derramamientos de sangre. Lo han intentado las religiones y han producido más división con su crueldad, con sus guerras, con su tortura. La ciencia ha investigado esto. Y debido a que la ciencia es la acumulación de conocimientos, y el movimiento del conocer es pensamiento, por ser éste fragmentario, no puede unificar.
¿Existe una energía capaz de producir esta unidad, esta unificación de la humanidad? Decimos que esta energía se genera en la meditación, porque en la meditación no hay un centro. El centro es creado por el pensamiento, pero tiene lugar alguna otra cosa por completo diferente, que es la compasión. Ese es el factor capaz de unificar a la humanidad. Ser, no «volverse» compasivo –ése es nuevamente otro engaño. Ser compasivo. Eso sólo puede ocurrir cuando no hay un centro, siendo el centro aquello que ha sido creado por el pensamiento –el pensamiento que espera, mediante la creación del centro, poder producir la unidad, como un gobierno fragmentario, como la autocracia, todos esos centros que esperan crear la unidad. Todos han fracasado e inevitablemente fracasarán. Hay sólo un factor, y es este sentimiento de gran compasión. Y esa compasión existe cuando comprendemos la plena amplitud y profundidad del sufrimiento. Por eso es que hemos hablado mucho del sufrimiento –no sólo el sufrimiento de un ser humano, sino el sufrimiento colectivo de la humanidad. No comprendan esto verbalmente o intelectualmente, sino de otro modo, sientan la cosa, siéntanla en el corazón. Y como ustedes son el mundo y el mundo es lo que son ustedes, si existe este nacimiento de la compasión, ustedes producirán indefectiblemente la unidad, no pueden evitarlo.
La verdad y la realidad, Barcelona, Ed. Edhasa pags: 237 y 238.-