LA REALIDAD Y EL CIBERESPACIO

contacto ciberneticoSolemos simplificar de modo superficial el mundo circundante, nuestra lógica binaria excluye todo aquello que no encaja y lo etiquetamos previo a toda conclusión.

Así también observamos lo novedoso, lo distinto, lo antes nunca conceptualizado. Necesitamos psicológicamente esta herramienta de extirpación de supuestas malezas. Damos por sentado que las relaciones humanas son más sinceras cuando se dan de forma físicamente presente y olvidamos que la mayoría de nosotros se relaciona con sus semejantes desde su coraza, elaborada en su laboratorio de prejuicios, traumas, fracasos y también  éxitos.

¿Y si ensayamos otro modo de observar los vínculos? Quizás podamos, sin catalogar, descubrir matices que nos enriquezcan en nuestra comprensión, sin tener que recurrir a la gastada idea de lo bueno y lo malo. La globalización tecnológica nos acerca, de modo impensado hasta hace pocos años y de manera instantánea, a otras culturas y nos obliga a buscar códigos comunes para comunicarnos, descubriendo, en muchos casos debajo de la cáscara de nuestras formaciones particulares, el común carácter de humanos, nuestros comunes deseos y nuestras comunes frustraciones…

Deja un comentario

*