LA PESADA HERENCIA

Cualquier argentino que lea el título de esta breve nota inmediatamente lo asociará a la repetida afirmación que realiza el actual gobierno de su país cuando se refiere al anterior, intentando justificar porque no se hace todo aquello que razonablemente la gente espera.

Pero no, intento referirme a otra herencia, que es aún más pesada, que se remonta a mucho más  que a unos pocos años y que nos abarca a todos. Me refiero a aquella que contiene nuestra psiquis y que se encuentra más allá de nuestra mera voluntad personal. Una de las mayores decepciones que se observa en las personas que utilizan técnicas físicas de relajación o prácticas de distintas disciplinas no occidentales, como así también los que leen los llamados libros de autoayuda, es que luego de «sentirse bien» por un tiempo en el marco de condiciones propicias, a poco luego de andar en su vida cotidiana, vuelven a repetir viejos vicios y conductas, sorprendiendose incluso como observadores de sus propias reacciones. Y es que el trabajo es arduo, prolongado y exige una disciplina y un sinceramiento interior muy dificil de desarrollar mientras nuestro ego gobierne a la vista o escondidamente. Observar, comprender y aceptar nuestros aspectos mas oscuros, no es agradable y la mayoría de la gente le escapa, pero justamente y quizás de modo paradojal sea lo que nos sane, ya que es un indicador objetivo de que en ese caso el ego no metió la nariz para distorsionar, justificar o tapar lo que a él no le gusta. Quizás solo señales en el camino sin senda…

 

 

 

 

 

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