Nunca es nuestra intención minimizar los problemas sociales, políticos o económicos; por el contrario, debemos estar muy atentos a ellos y asumir nuestras corespondientes responsabilidades, pero tampoco nunca debemos perder de vista lo central, aunque a veces nos parezca «lejano»: todos esos problemas son sólo manifestación de lo que somos. Y lo que somos (y seremos) sólo depende de cada uno de nosotros, a partir de HOY. Por eso, es muy factible que podamos minimizar los efectos físicos directos que la violencia genera (como fuente de la inseguridad ciudadana), mediante el aumento de policias en las calles, estrictas decisiones judiciales respecto a la no liberación de los delincuentes y mayor capacidad de nuestras cárceles para albergar a la creciente y alarmante población de detenidos. Pero la olla seguirá hirviendo a fuego lento, mientras no trabajemos sobre las verdaderas causas, profundas y muchas veces escondidas adrede: la ausencia de solidaridad y compasión, el individualismo consumista y ciego…la ausencia de «amor»…
Difícil, desde donde abordar el tema, hay tantas lecturas posibles!!!!,.Con pocas diferencias, las situaciones enunciadas, se dan en otras latitudes y en todos los tiempos, al menos desde que hemos sido expulsados del Jardín del Edén, será acaso el drama humano, que siempre nos alcanza……
Urge un cambio, de momento parece algo dialéctico, o tal vez se estén gestando cambios, los cuales aún, no percibimos??’ puede el hombre hacer??? tendremos que pasar por muchas cosas más (holocaustos, guerras, pobreza) para mutar, es la separatividad, nuestro sino???? indagar y observar, talarán el grandioso árbol del sí mismo??? solo resta seguir,