Es evidente que el mundo se conmovió ante el resultado electoral en la primer potencia militar y económica del mundo, pero más allá de lo que cada uno opine del candidato electo, creo que hay una pregunta que propios y extraños deberíamos hacernos: ¿porque al ser humano le cuesta tanto «ver aquello que no quiere ver»? Parecería algo de perogrullo, pero nos parece que la pregunta nos lleva a una cuestión que tiene más profundidad que un resultado electoral: ¿desde donde miramos? ¿desde nuestras expectativas, nuestros deseos, o esquemas mentales? De nada valieron los aparatos más sofisticados de investigación de opinión, encuestas y sondeos, los más «prestigiosos» analistas quedaron absortos ante el hecho, con el diario del lunes pretendieron explicar, ahora, lo inexplicado antes. Parece que el mayor aparato de propaganda y distorsión de la realidad es algo que está muy cerca de nosotros y que no implica un gran presupuesto para hacerlo funcionar: nuestra propia mente.-
Hola: Fué un gusto compartir con Uds. el martes que los visité. Las veces que pueda volveré. Bendiciones, gracias, felices fiestas y 2017.