La meditación.
La vulnerabilidad.
La Contradicción.
EL CONOCIMIENTO PROPIO
RETOMANDO NUESTRO VÍNCULO
HOLA AMIGAS Y AMIGOS: Retomamos nuestro contacto al comienzo del 2022. En el mes de febrero reiniciamos nuestros programas en vivo en el dial AM radio del pueblo 8.30, siempre todos los martes de 20 a 21, les recordamos que poseemos nuestro canal de you tube en donde encontraran muchos de los programas emitidos, también podrán observar resúmenes y comentarios en nuestro Instagram. Ambos con el mismo nombre de nuestra página, Hasta pronto.
HACIA UN SER HUMANO NATURAL
En los diálogos que uno sostiene con amigos es común acordar que el ser humano ha avanzado mucho más en el estudio de la naturaleza, que en el de las relaciones humanas. Es curioso el hecho por las siguientes dos evidencias:
Nosotros también formamos parte de la naturaleza que estudiamos.
-Las cosas en la naturaleza se conocen por las relaciones que establecen con su entorno.
Esta segunda evidencia se comprende a través del hecho de que los planetas se relacionan con el Sol a través de órbitas elípticas cuya ley de movimiento es conocida. La Tierra desarrolla una atmósfera respirable para su entorno, lo que indica que posee una adecuada proporción de oxígeno y nitrógeno. La hormiga se conoce por su forma, por el alimento que consume, por el hábitat que construye, por los huevos que pone, por cómo se organiza con las demás hormigas, y por cómo reacciona ante los eventos naturales.
La relación entre cuerpos se conoce por la vigencia del principio de relatividad, que establece que ningún cuerpo puede desplazarse en el espacio si no es con respecto a otro cuerpo, y también por el principio de gravitación (o atracción) universal.
Nuestras construcciones se conocen por la vigencia del principio de acción y reacción descubierto por la Física.
Y no sólo en lo externo, sino también en los vínculos internos de la materia se han descubierto principios que regulan las relaciones de vínculo.
Deberíamos concluir, entonces, que, si no estamos aplicando por analogía esos principios descubiertos, a las relaciones humanas, es porque no nos consideramos formando parte de la naturaleza.
Tal conclusión puede deberse al mero hecho de que, si somos los que estudiamos la naturaleza, automáticamente nos diferenciamos de esta, de manera consciente. Y si nos sentimos diferentes, entonces queda así establecida la barrera para la aplicación, en nuestras relaciones, de los principios que descubrimos en las relaciones naturales. Nos convencemos de que sólo son aplicables en ese ámbito.
Pero, no sería correcta esa afirmación, y a continuación podemos ver porqué:
El principio de relatividad es aplicable en el ámbito psicológico, porque no es posible vivir si no es en relación con otros seres humanos.
El principio de atracción es aplicable también, por la atracción entre los sexos y la atracción por personalidad.
El principio de acción-reacción también corresponde porque, ante cada actitud nuestra hay una reacción de la otra parte, que se formaliza con el diálogo, en el mejor de los casos.
Podemos concluir entonces que, si para caminar por la superficie de la Tierra se requieren determinados principios actuantes, que son los arriba descriptos, para “caminar” por la vida como seres humanos se requerirá reconocer principios análogos actuando, que debemos estudiar, comprender y aplicar conscientemente. No parece tan simple el moverse por la vida con desconocimiento de esos principios actuantes, porque podemos generar conflictos innecesarios, como los actuales.
Es conveniente entonces precisar el significado de “principio actuante”. Una manera bastante accesible de hacerlo es como una forma que posee la naturaleza, de organizar la relación entre hechos naturales.
Por ejemplo, la forma que establece el principio de relatividad es que no se admite vivir si no es en relación con otros seres, así como para un cuerpo no es posible desplazarse por el espacio, si no es en relación con otro cuerpo.
Una vez establecida la relación entre dos seres, el principio de atracción hace participar su forma de organización, que por supuesto, es intangible como en los demás casos. Sólo puede ser percibida por nuestra conciencia y por las emociones y sentimientos.
Estas reflexiones nos pueden conducir a contemplar la importancia de una acción consciente que pueda transferir los principios descubiertos en el orden natural, del cual formamos parte, hacia el ámbito de las relaciones humanas.
De esa acción podría depender el sostenimiento de la actual civilización, porque una civilización se sostendrá en el tiempo, si es que está bien fundada en principios que tienen permanencia en el tiempo.
LAS RESTRICCIONES DE LA LIBERTAD
Mas allá de la opinión o criterio que tengamos sobre las decisiones político-sanitarias que los gobiernos de turno implementen, es interesante preguntarse en momentos tan particulares, como repercuten en cada uno de nosotros esas limitaciones, en principio físicas. Y digo así porque el ser humano es un todo indivisible psico-físico y si bien es evidente que cada individuo posee múltiples facetas también es cierto que existe un aparente centro invisible que en principio nos permite actuar con un mínimo de coherencia en el mundo externo, relacional. Es por eso que afirmar simplemente que la limitación obvia y evidente de la libertad física no afecta la interna es quizás no observar nuestra integralidad. Como usted saben, somos escépticos respecto a la búsqueda de respuestas cerradas y nos inclinamos con mayor énfasis en el planteo de los interrogantes. Tampoco creemos que de éste drama planetario surja de manera mágica un nuevo hombre que habitará de un modo marcadamente distinto la Tierra; pero, si somos lo suficientemente inteligentes emocionalmente podremos descartar, ahora voluntariamente, todo aquello que «sin saberlo», solapadamente, nos restringía la libertad. Como la vida humana es permanentemente paradojal, ese descarte quizás nos lleve, aplicando esa inteligencia, a una playa de mayor plenitud.
NUESTROS PROPIOS ENCIERROS
Cada día que pasa nos quejamos más del encierro impuesto, cada día más lo vivenciamos como una limitación profunda de nuestra libertad, incluso ya no son pocos los que lo ven como una arbitrariedad. Pero es un hecho y excede en muchos aspectos a nuestro poder decisión. Por eso, tratemos de ocuparnos de aquellos encierros que si estan en nuestra esfera de resolución. ¿Observamos como meros testigos los vaivenes de nuestros pensamientos?¿Podemos verlos anticipadamente, previo a que disparen conductas que ni siquiera en muchos casos sabemos a que causa real responden? La respuesta depende del grado de trabajo interior que cada uno de nosotros haya desarrollado a lo largo de su vida, pero seguramente todos, si somos sinceros, afirmaremos que generalmente o en algunos casos, resultamos, parafraseando a Lin Yu Tang, una mera hoja en la tormenta de nuestra mente. Es como si ella tuviera vida independiente, que «nosotros» fuésemos rehenes muchas veces inconscientes de sus caprichos. Tomar la conducción de nuestra existencia es lo más parecido a la libertad. ¿ Que les parece si cuando nos habran la «tranquera» comenzamos a honrar la vida transitando una libertad mucho mas abarcativa que la meramente física?
MUNDOS INTERNOS EN TIEMPOS DE LIMITACION DE LOS EXTERNOS
Nunca fue nuestro estilo caer en las frases hechas, que sin dudas terminan superficializándo el planteo de cualquier tema. Por eso decir, como algunos lo hacen, que la cuarentena puede ser una ventaja para el desafío del cambio personal, es negar implícitamente los efectos negativos de la compulsiva restricción a la libertad, ya que separar dogmaticamente la libertad entre externa e interna como compartimentos estancos es también negar la realidad de que somos un todo psíquico que actuamos y pensamos conforme a una interacción generalmente invisible de impulsos y motivaciones. «Nunca te prometí un jardín de rosas» sería la irónica respuesta ante la actual situación. Lo cierto es que obligadamente tenemos mas tiempo, menos obligaciones programadas y menos conflictos con las personas ajenas a nuestro mundo familiar o íntimo. En ese contexto es muy importante el trabajo que podemos desarrollar en el proceso de observación y comprensión tendiente al conocimiento de uno mismo. Quizás el primer paso sería ver nuestras reacciones internas en el período de aislamiento, tratar de observar con tranquilidad y sin juzgar nuestras reacciones, nuestros cambios de ánimo y la capacidad o no de flexibilizarnos ante un escenario excepcional. De que modo la incertidumbre del futuro nos aterroriza o no. Solo son sugerencia generales, cada uno es todo un mundo de múltiples matices. Como en muchos otros terrenos, el tiempo es un instrumento que la vida nos dió, pese a su relatividad, para ayudarnos a comprender la naturaleza de las cosas y las características del cambio. Veremos pues si una masa crítica resultante de este horno puede operar en lo externo para que ese mundo exterior que la mayoría añora sea realmente mejor vivible en el futuro.
TRIUNFARA LA INTELIGENCIA DE LA VIDA
Los que concurren hace ya tiempo a nuestra página saben que este no es un espacio científico y menos aún de información médico-académica, por eso intentaremos reflexionar brevemente juntos sobre otras cuestiones y aspectos de la profunda crisis que está generando y generará la presente pandemia. El actual modo de vida de muchas personas en el globo y en especial las de mayor capacidad de consumo hace como nunca que una enfermedad viral, que en otras épocas hubiera tardado años en propagarse y en el mientras tanto se hubiesen seguramente encontrado los paliativos para que no colapsara el sistema global de saludo, hoy en pocos meses está generando un verdadero terremoto planetario. No es necesario repetir, por lo conocido, que hace décadas que convivimos con escenarios silenciosamente devastadores de distinta índole en múltiples lugares del planeta. Los dos mayores responsables del nivel de Contaminación Ambiental y por ende del Cambio Climático que directa o indirectamente no solo mata por millones sino que compromete seriamente la posibilidad de vida humana en el futuro, hoy ( primero uno y ahora el otro), son los que sufren en la carne propia de sus comunidades las peores consecuencias. La historia demuestra, que pese a la lucidez de unos pocos, la inmensa mayoría de la humanidad solo aprende cuando las consecuencias de sus errores le pegan de lleno y sin posibilidad de seguir haciéndose los distraídos. La mediocre clase dirigente de las grandes potencias ha hecho oídos sordos hasta ahora a todas las advertencias de las mas lúcidas mentes del planeta sobre lo inviable del actual orden mundial, pese a que en sus narices se les presentaba un panorama irreversible, en caso de no adoptar medida inmediatas de urgencia para comenzar a cambiarlo. Ahora en sus narices ( y por sus bocas también), entró el virus que nos intenta despertar del sueño de la ignorancia colectiva. El mundo seguramente será otro a partir de esta nueva década…
PENSAR MENOS PARA SER MAS INTELIGENTES
Se difundió recientemente una investigación sobre la influencia del exceso de pensamiento en las conductas humanas y su relación con las correctas decisiones. Resulta de ella que el «rumiar» constantemente en rededor de la noria de un tema que nos obsesiona, no solo no resuelve el problema sino que, por el contrario, impide, como un dique, que surja la respuesta adecuada. Y es que aquello que hace mucho tiempo intuíamos hoy ya tiene respaldo científico: la energía que consume el proceso del pensar, impide destinarla a la búsqueda de otros caminos y que la inteligencia (en su sentido mas amplio) fluya y nos ilumine en el momento adecuado «naturalmente». Dice el psiquiatra investigador y escritor Augusto Cury: «Pensar es bueno: pensar con conciencia crítica es todavía mejor, pero pensar en exceso es una bomba contra la calidad de vida». Dice el mismo trabajo a modo de síntesis sobre el exceso de pensamiento: 1) Crea tantas opciones que terminamos sin tomar una decisión 2) la ausencia de tranquilidad que ello genera nos obstaculiza la llegada de ideas nuevas y frescas 3) limita la creatividad 4) genera estrés y la liberación de cortisol puede causar agotamiento.
Y es que tenemos un programa (quizás milenario), que nos indica que el pensamiento es la única fuente de inteligencia y por lo tanto en él depositamos todas nuestras fichas. Uno de los caminos a la libertad es romper drásticamente ese canon…
Vacaciones y Tiempo Libre
La mayoría de nosotros esperamos ansiosamente las vacaciones para descansar del ritmo enloquecedor de nuestra rutina laboral y «desenchufarnos» por un breve período. Pero,¿ lo logramos realmente? o mas precisamente: ¿realmente lo queremos? Si observamos a las mas, sin desprenderse de sus celulares como un órgano adicional, escuchando masivamente la música impuesta de dudosa calidad impuestas por las multinacionales de ese negocio; parecería que no. Y es que estar realmente con nosotros mismos es un arduo trabajo y muchos temen encararlo, el tiempo libre para cargar nuestras baterias solo se logra con la energía que fluye genuinamente del vaciarnos por un período de nuestras diarias presiones condicionamientos e imposiciones.
CAMBIOS
Hola amigas y amigos: En Argentina se producen en estos momentos cambios institucionales que para muchos son esperanzadores, para otros generan interrogantes y también existen los que los ven como un retroceso. Cuando se acallen los ruidos del festejo nos enfrentaremos como siempre a la vida real, en donde todo será como cada uno de nosotros, en nuestros pequeños pero importantes mundos personales resolvamos ser, en vínculo con nuestros semejantes…
ENFERMOS CULTURALES
Históricamente nuestras sociedades modernas (y no tan modernas), han tendido de manera sistemática a excluir, relegar o esconder a sus alienados, de ese modo nuestras conciencias se han mantenido a salvo de lo que sería asumir la responsabilidad que nos toca a cada uno de nosotros. Hace unos meses se difundió un significativo resultado respecto a una investigación llevada adelante sobre un amplio universo de personas que podrían englobarse con el denominador común de asesinos masivos, violentos extremos, etc, etc. De allí se desprende que solo un pequeño número porcentual adolecía de una alteración mental producto de una disfunción física que fuera la causa central de su conducta. La gran mayoría eran fisicamente «normales». Su extrema violencia, su indiscriminado ataque a personas claramente inocentes era simple, pero contundentemente, resultado de su entorno social. Aunque nuestra hipócrita moral no acepta ver como a nuestros semejantes a aquellos que cometen los crímenes mas atroces, si permite hacernos los distraídos y, de ese modo, podemos continuar nuestras egoístas vidas como si ellos solo fuesen una mera excreta inevitable.
SOLO ESCUCHAMOS LO QUE QUEREMOS ESCUCHAR
En diversos espacios se discute sobre los pro y los contra de las nuevas tecnologías vinculadas a la comunicación humana en todas sus formas. Como suele ocurrir cuando las cuestiones se observan desde el equilibrio y la sensatez, debemos aceptar que en muchos aspectos la posibilidad de que cualquiera, en cualquier lugar del mundo, sin tener medios económicos a su disposición pueda llegar con su mensaje a los puntos mas reconditos del planeta de manera instantánea, es una verdadera revolución. Que las personas con las culturas mas diversas puedan contactarse del mismo modo entre ellas sin tener que recurrir a los medios convencionales de comunicación como intermediarios, es algo que ni Julio Verne había previsto para el siglo XXI. Pero como decíamos al comienzo, desde otra otra óptica, a medida que todo ello se fue consolidando, a su vera, se fueron gestando aplicaciones, plataformas y programas financiados con diversas publicaciones que a través de sofisticados mecanismos van registrando y archivando nuestros personales gustos y tendencias en los más distintos campos y nos «invitan» permanentemente a consumir solo aquello que forma parte de nuestro pequeño mundo. Esto tiene múltiples lecturas, ya que nos coloca indirecta y muchas veces inconscientemente, en un espacio muy chiquito que va minando el espíritu crítico y refuerza nuestras argumentaciones tendiendo a afianzar dogmáticamente las propias ideas y convicciones. Quizás, de algún modo ello explica la «guerra» que muchas veces se observa en las redes, dejando muy poco espacio para la reflexión. No siempre la abundancia de datos estimula nuestra inteligencia, solo el someter a permanente cuestionamiento y observación las mas íntimas convicciones nos vincula de modo mas sano con nuestros semejantes.